La globalización y el uso de la tecnología como herramienta de comunicación, han derribado las fronteras de los países maximizando el tamaño de los mercados, obligando a las empresas a ser más competitivas entre si, para lo cual, ya no solo es necesario tener clientes que consuman los productos y servicios que producen las empresas; sino también Procesos Administrativos y Financieros y sobre todo un Control de Costos exigente que permita a las organizaciones llevar sus procesos a un nivel superior con la única finalidad la de la maximizar sus utilidades y devolver a sus inversionistas una rentabilidad adecuada.